domingo, 11 de abril de 2021

11 de Septiembre

 ES POR ELLXS


Por Joaquín, 

que descubrió en las clases que tenía el don de hacer reír, 

y nos envolvía en sus delirios y nos llevaba de viaje. 

Pero que cuando se  le contó a su papá, 

él le contestó que basta con eso, que él no iba a ser un payaso.


Por Christopher,

 otro payaso, el más desopilante que vi en toda mi vida. 

Al que la libertad de ser creador en la escena y nuestras risas,

 le hacían olvidar por un ratito, que su mamá ya no estaba. 

Que su papá trabajaba doce horas de custodio. 

Y lo cuidaba su abuela en silla de ruedas.


Por Ricardo,

 que no sabía leer

 pero a los ocho años

 ya tenía una maestría en separar basura.

 Al que su mamá dejó en un orfanato

porque no podía cuidarlo,

y que cada vez que sonreía con la canción de los esqueletos

mi corazón celebraba

como si hubiéramos metido

seis goles con la mano a los ingleses seguidos.


Por Enzo, 

que lloraba desconsolado, 

con mocos

con lágrimas 

con el cuerpo

con la vida,

porque ese fin de semana había ido a ver a su papá que estaba preso.

Por verlo encerrado, 

porque mamá ya estaba con otro novio, 

por la asquerosa e incisiva requisa.


Por Ailén,

 que nunca viene los lunes.

 ¿Será porque se pasó en la gira, 

¿O porque estaba mala la porquería?

¿O porque la agarraron y no aparece?

¿y si esta semana le tocó a ella

y es una más

 de las unas menos?


Por cada uno,

 por cada una, 

que entran al aula, 

y sin que te des cuenta

 se te meten 

en las tripas 

en el insomnio 

en la trastienda de la retina.


Por nadie

 más que por ellos,

por ellas

es que tenemos que seguir.


Otra no nos queda. 


Tenemos que poder.

Tenemos que tomar envión 

tomar fuerza

y sobre todo 

tomar conciencia.


Aunque nos cueste,

aunque no duela el cuerpo y la garganta, 

aunque se haga difícil. 

aunque nos vayamos desvaneciendo 

en el paso agónico de las horas

entre fotocopias y carteles

aunque nos cueste ver 

en la nube de polvo de tiza,

tenemos que poder,

para que de una vez

 y para siempre 

se la demos vuelta:


Y entonces

 Enzo llore de la risa

y Ailén salga de gira por el mundo,

y Joaquín, salude desde el escenario,

y Cristopher monte un circo, 

y Ricardo pase volando en una paloma,

que de una vez por todas

 la vida deje de ser una aplanadora.

y se la transformemos

 en trampolín.

Arlequino en harapos

 Arlequino en harapos

En un proyecto para tomar horas de clown, me solicitaron que describa mi experiencia  en el mundo de los payasos, y entonces, enseguida entraste volando por la ventana, y me estuviste rondando estos días.

Y sí, es así: podemos darle un soplido a la memoria para borrar nombres o caras, salvo los que se metieron en el corazón. Esos, se quedan para siempre.

Soy payasa, me peleo con los currículos vitales, no me sale el autobombo. Fracaso porque no me sé vender. Vender es para los ganadores.

Me senté, intenté, pero no pude.  Sólo pude escribir esto.

Querido Cristopher. Dos puntos.

Te escribo porque no puedo verte, porque tarde fui a buscarte y  ya no te encontré. Tantas veces pregunté por vos, y el tiempo se fue gastando,  la gente se fue yendo, y  yo seguía repitiendo el eco de tu nombre , que se empolvaba de tiempo pasado y ya nadie te recordaba .

Y me pregunto si en mi propia historia, te volviste acaso leyenda, o acaso fantasía, o incluso mitología.

¿Era tan así tu genialidad, tu talento?  ¿O se me va ensanchando con los años?

Te escribo a vos , mi querido Cristopher, mi más querido y admirado payaso, la sonrisa más linda que he conocido, mi Arlequino en harapos.

Las cosas se dieron tan fugazmente e imprevistas (como suelen suceder estas  cosas), que no alcancé a decirte tanto. Sólo llegué a decirle  un “apenas algo” a una hermana tuya,  (a la que corrí en  el acto de fin de año, con 38 grados en la sombra). Llegué agitada, y ella estaba con vos de la mano y su beba en brazos.

-Nada...quería decirte que él es muy muy bueno actuando, haciendo reír. Que sería lindo que lo  siga haciendo siempre,  o sea, que se dedique a eso.

-Ah...sí, gracias, igual creo que él se va a ir a vivir conmigo a Merlo porque mi abuela ya está muy mal, en silla de ruedas, no puede cuidarlo.

Entonces,  te miré, y bajaste la vista. Adivino que te dio vergüenza  tu vida. Que hubieras preferido que me quede con el otro. El de la escena. Al  que  aplaudían, al que ovacionaban, ese que nos hacía reír. Y sí , es cierto,(confieso) al que yo prefería.

Entonces decidí no insistir, y mientras te alejabas por la calle de tierra, yo recordaba todas las veces que nos hiciste reír tanto. El día que improvisaste a  un señor que era jefe y a la vez era empleado y tenía un millón de problemas.  Te desdoblabas y hacías ambos. Y también,  el carpintero que todas las veces se golpeaba, lloraba y volvía a golpearse.  El peluquero  histriónico,  de los grititos y los ademanes. Sin empujar nada, sin forzar, sin especular. La tontería en su estado más puro de delirio.

Me faltó decirte que yo nunca había visto un payaso, así, tan genial, tan desopilante, tan natural. Uno al que sus propios compañeros reclamaban a gritos: -por favor Seño, que pase Cristopher, que nos haga reír!

También, que lo que descubrimos en clase, fue a un Arlequino agazapado debajo de la piel, que  luego de años de calentar motores, cuando se vio en escena, le volvió el cuerpo al alma. Que yo en realidad no hice demasiado, apenas  corrí el velo. Él siempre había ahí.

Me gustaría que sepas que  ese brillo que emanabas, en tus ojos , en los nuestros, en el espacio, no podés permitir que se te apague. Nunca. De ninguna manera. Bajo ninguna circunstancia. A ese fuego lo tenés que defender con uñas y dientes.

Necesito encontrarte porque tengo que decírtelo , es mi deber.

 Los adultos solemos ser raros,  complicados, incluso cobardes. Pero de vez en cuando nos despabilamos, y entonces sin dar tantas vueltas, ni esperar tantos reconocimientos, sabemos lo que tenemos que hacer.

Y yo sé que que lo que  tengo que hacer es  encontarte.

 ¿Mes escuchás Cristopher? ¿Dónde es qué andás?

Necesito  encontrarte,  porque ahora entendí, con el tiempo en la espalda y el diario del lunes, que vos fuiste la razón de que yo esté ahí, en ese lugar, en ese  mismo momento. Porque los que anduvimos errantes, a la intemperie, sabemos que la fe es casi inevitable, que la magia existe y que nada es casual.  Yo tampoco tenía en ese momento a mi mamá, ¿sabés? Antes, la había tenido  bastante  por suerte, aunque no lo suficiente, por desgracia. Y fue ella quien me enseñó, que el dolor le habla al dolor. Que no podemos elegirnos entre nosotros, sino que es el dolor el que está timoneando las aguas bravías buscando un otro, un espejo, donde poder salir a respirar un rato.

Necesito que sepas, que  la tragedia no es una estatua griega que  suspira, etérea,  desde las bibliotecas, sino que  está viva, se vuelve  carne,  sangre, es una huella donde puede encontrarse aún, algún resto de humanidad. Y quisiera, también contarte, que la tragedia, esta que nos une, que nos encuentra en el dolor, no es la enemiga de los payasos, sino que es su maestra.

Decirte que eso que hacés, no es ninguna pavada, es importantísimo. Que el juego y la magia, son cosas serias. Si lo importante, no es acaso todo lo que nos salva la vida, entonces, ¿qué es?

 ¿Me escuchás Christopher?

¿Dónde estás?

Necesito que me escuches y que me entiendas: lo que tenés, es un don preciado, es una fábrica de sueños, es una plataforma para despegar cuando sea, a donde sea.

Por favor, escúchame, léeme, lo que sea. Lo que haces, es importantísimo. Es necesario.

Porque podemos vivir sin comer unos días. Sin auto, sin cama, sin vacaciones, sin playa. Sabemos seguir con el agujero en el zapato, la bicicleta rota y el gato sucio.  Podemos , inclusive, acostumbrarnos a vivir con el agujero de una ausencia, que (vos lo sabés como yo), no se llena con nada.

Pero no podemos vivir sin las historias, sin la música, sin la risa. La risa es el pan que alimenta al alma hambrienta. Cada día.

Por eso necesito encontrarte. Por eso escribo hoy esto. Por eso mis lágrimas brotan sin cesar cada vez que te recuerdo, riendo, sonriendo, imaginándote llegando a casa con la bici rota, la abuela en la silla de ruedas, papá que no llega hasta la noche, y el silencio. Un montón, de silencio para llenar.

Yo lloro mucho, ¿sabés? porque también soy payasa, no tan genial como vos, claro.

Soy muy torpe, ingenua  y tonta. Y testaruda. No sé darme por vencida. 

Entonces, no me resigno a encontrarte destruido, o no encontrarte más.

Cada vez que voy a un camarín, a un teatro, a un festival, me imagino que voy a encontrarte, y voy a poder decirte todo esto. Vas a reírte, con esa luna de piano, la sonrisa más linda que conocí.

Voy a poder abrazarte,y me vas a decir: 

-sí tranquila, no te olvidé. Nunca se olvida al que te hizo soñar.

Y entonces, yo voy a poder decirte:

- ¿Te acordás en las clases de teatro, los miércoles, en la escuela, que yo entraba para enseñarte a actuar? Bueno, quería que sepas, que en realidad, la que estaba aprendiendo, era yo.

Necesito declararme en cortocircuito

ecesito declararme en huelga: 


Hoy no me pidan nada

me dejan en paz

voy a pisotear mis principios 

mientras como del pote de mi ego

en piyama

y dejo para ayer

lo que tenía que hacer hoy. 


Necesito declararme en guerra: 


Basta de mendigar cariño

estoy hasta la médula de la comprensión 

me dejan el camino libre

o empiezo a los piedrazos

voy a rascar la cáscara de mi cinismo

tomando nafta en el sillón. 


Necesito declararme en cortocircuito: 


Voy a llevarme

hasta el árbol más viejo del baldío 

y  voy a dejarme atada ahí.

A ver si me dejo de molestar un poco

que la piel esto

que el cuerpo, lo otro 

que la familia, aquello

que la crianza correcta, lo de más allá. 


Harta, podrida de mí.

Infumable, imposible:

pero sobre todo

ingobernable.


Necesito decretar mi propio exilio: 


Sabrán disculpar,

hoy no hay poema 

ni chiste ocurrente 

ni conversación. 


Hoy me comparo con la modelo

y me siento una basura

hoy me canso

 de la misma cantinela

de los dramas de mis amigas

hoy como chatarra y eructo blasfemias. 


Necesito que mi cabeza

se tome un feriado

o un micro al desierto de Atacama 

o un frasco de pastillas 

coladas en alquitrán. 


Hoy Dios vas a disculparme 

pero pienso pecar a diestra y siniestra 

voy a destrozar 

el jardín perfecto de mi vecina

robarle la novia a mi jefe

filmar una porno casera

proponerle casamiento 

solo 

para después decirle  en el altar

que mejor nos tomemos un tiempo. 


Voy a encadenarme desnuda 

en el congreso

hasta que declaren la emergencia afectiva 

y nacionalicen el comercio exterior. 


Voy a bailar cumbia

sobre la tumba de todos mis muertos. 


Voy a desprenderme 

de todos mis miembros. 


Hoy quemo las naves 

el cenit me llama 


Y cuando osen

venir a acusarme 

de traidora 

anti social 

mala feminista 

escritora berreta

susceptible improductiva

progresista obsecuente 

amante burócrata 

madre insuficiente 

sepan todos 

que pienso declararme 

            

                                        culpable.