me descubrí con dos latas
Imperiales.
Entonces recordé el mundo binario.
Donde dos amanecen,
Y se acuestan,
se cocinan
se esperan.
Y se toma cada uno su lata,
A su salud.
Ahora el espacio vacío
Lo ocupa otra lata.
Qué culpa tiene el alma
De querer completar
Esa mitad que ya no está ?
No siempre uno más uno es dos?
Dos menos uno, da siempre medio?
Quizá el problema no sea
El espacio vacío
que se intenta llenar con cerveza.
Ni el vacío,
Ni la cerveza,
Ni la aritmética.
Sino haber querido
Encerrar al amor
Y a la pasión
En una fría e inerte
Fórmula binaria.
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